¿De qué paz me hablan hermanos?
no viviré de quimeras
como los ilusionados;
ya perdí la ingenuidad,
la pandemia está reinando
y en mi sufrida nación
pronto quieren mutilarnos
a punta de hoz y martillo.
No existe paz mientras tanto
que el mundo no tenga a Dios.
Las guerras se enseñorearon
del hombre y su descendencia
desde las eras de antaño,
por sus grandes rebeldías
contra el dulce Salvador.
La paz que ustedes pregonan
es tema bastante grato
y la natura nos dicta
que es un derecho sagrado.
No obstante la ansiada paz
se escapa de nuestros brazos.
INGRID ZETTERBERG
(Romance con asonancias en los versos impares,
variante de mi creación)
De mi poemario
"Amaneciendo entre lirios"
Derechos reservados
Safe Creative Cta. 1006080193112
Mes: May 2021
SÓLO SU AMOR ETERNO
¿Quién es ese hombre
que me tiene enamorada?
¿De qué mundo ignoto
llegó hasta mi vida?
¿De qué luz encendida?
Él me dice que se prendó
de mi alma,
de la intensidad que hay en mí.
Pero en este hombre añorado
hay un misterio.
En él hay
una fuerza espiritual
inconcebible;
Camilo Sesto se hacía llamar,
y algo quiere revelarme
desde lejos,
algo especial
que se oculta en su mirar.
Un destello de su alma blanca,
un secreto quizás.
Yo lo espero envuelta en sombras,
y sólo su amor eterno
mi sendero alumbrará.
INGRID ZETTERBERG
Dedicado a mi amado Camilo Sesto
De mi poemario
"Tu alma y la mía"
Derechos reservados
Safe Creative Cta. 1006080193112
A MI CONSTANZA
¡Ah, ese llanto de dulzura!
pequeña avecilla
que moras en las alturas
de mi vida.
Mi ángel bueno
que has llegado desde el cielo.
Mi amada nietecita...
te escucho desde lejos,
y se encoge mi alma
de esta blanca ternura.
¡Mi pequeña Constanza!
tu vida diminuta
es un sol en mi morada.
Anhelo besar tu sonrisa
mientras sueñas con las hadas.
Inocencia pura
son tus ojos de almendra,
tu tez rosada,
¡oh mi suave prenda!
INGRID ZETTERBERG
Dedicado a mi amada nietecita
que ha nacido recientemente
De mi poemario
"Amaneciendo entre lirios"
Derechos reservados
Safe Creative Cta. 1006080193112
ENTRE TU ESPÍRITU Y EL MÍO
La música va por dentro
invocando tu dulzura.
Oh, tú no te has ido,
aún brillas
en el presentimiento
de mis latidos.
Mi amigo y hermano,
parte de mi vida...
que te escapas entre bemoles,
mas con un toque de mi esencia
regresas a llenarlo todo
con tu voz aquella
que inflamó mi alegría.
Regresas a abrazarme
Camilo, dulce enamorado
de un retazo de mi alma herida.
Oh Camilo, que traes en tu andar
un edén de flores desconocidas.
Vives en las corolas
rozando mis secretos,
vives al filo de mi luz y mi sombra,
y en la música del cielo...
y desde entonces, mi voz te nombra.
Entre tú y yo hay conexión,
hay pureza...
de lo espiritual la perfección;
entre tu espíritu y el mío,
todo un sol
de inmenso amor.
INGRID ZETTERBERG
Dedicado a mi amado Camilo Sesto
De mi poemario
"Amaneciendo entre lirios"
Derechos reservados
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A TU AUSENCIA
Yo sé que estás en lo pretérito y en lo por venir. Y siempre vuelves de masticar a solas días ruines. Aquellos ojos que robaste, aún se esconden para llorar tus pasos. El pan caliente está esperándote, como el otoño que aún te mece en sus rodillas, y vas bebiéndolo sin saber. Bañado de adioses te apeaste de mi vida, visitante de las noches en que fui la consentida de tus miradas. Callada tu voz, aún yace en los rincones fatigados de mi pena. INGRID ZETTERBERG Año 1,976 De mi poemario "El canto de la tórtola" Derechos reservados Safe Creative Cta. 1006080193112
SIN PENA NI GLORIA
¡Cuánto sufre el poeta! La vida se le va en cada verso... su alma oscila entre letra y letra, suspirando. Y quiere dejar su legado como un puñado de pétalos, para que el viento lo recoja y golpee cada puerta o penetre por las ventanas de algún amargo silencio. Y agoniza en anhelos y a veces no encuentra un alma donde abrigar sus versos. El poeta sufre cuando nadie lo entiende y no sabe porqué le fue dado ese don. Se llevará sus poemas hacia el misterio; sin pena ni gloria cruzará el sendero hacia lo desconocido, lo eterno. INGRID ZETTERBERG De mi poemario "Tu alma y la mía" Derechos reservados Safe Creative Cta. 1006080193112
LAS GÓNDOLAS
Góndolas de Venecia atadas a la plenitud del atardecer, ya no llevaréis castos novios ni las aguas surcaréis. Vientos lejanos trajeron un virus cruel y ya no se escuchan los violines, ni hay paseos de un romántico querer. Las aguas se han aquietado mientras vosotras, las góndolas bajo un manto azul, dormiréis. ¿Qué será del cantar que acompañaba a los enamorados? Se quedó cual cristal y escondió su eco que jamás escucharéis. Un virus letal ha triunfado sobre el mundo y el silencio de mañana será el mismo de ayer. INGRID ZETTERBERG De mi poemario "Amaneciendo entre lirios" Derechos reservados Safe Creative Cta. 1006080193112
EL SOSIEGO DE TUS VERSOS
(Este acróstico se lee de izquierda a derecha) POETA, luz de lo alto. POETA, eres cual cirio QUE alumbras en sigilo QUE aplacas el martirio. DIBUJAS desde el alma, DIBUJAS inspirado VERSOS que traen paz, VERSOS de vuelo alzado QUE forjas con dolor, QUE mares han cruzado; SANAN herida añeja, SANAN al apenado. Y llevas blancas flores Y azules mariposas; ME sacias con tu música ME animas con tus prosas. DAN sosiego tus versos, DAN suavidad de lirio, LA verdad yo te digo, LA verdad pura, amado; PAZ que llevan tus letras PAZ que guardan tus rosas. INGRID ZETTERBERG De mi poemario "Amaneciendo entre lirios" Derechos reservados Safe Creative Cta. 1006080193112
TU MIRAR
Tus ojos me arrastran hacia recónditos lugares que aún no conozco, amado. Tu mirar tiene una fuerza de azules esferas infinitas. Nada como la profundidad de tu mirada, que me eleva hacia el paraíso que tú habitas, que me revela enigmas de las fulgurantes estrellas. Insondables son tus ojos, amado, que saben adueñarse del azul de mi aura, que me conquistan con el brillo de una lágrima que desciende de tus párpados dormidos. Mirada que lastima y a la vez sana heridas, oh tu mirar, Camilo... espejo de mi alma que de ti ha quedado prendida. INGRID ZETTERBERG Dedicado a mi amado Camilo Sesto De mi poemario "Amaneciendo entre lirios" Derechos reservados Safe Creative Cta. 1006080193112
Alma blanca
Amiga, tu alma tiene las alas de las palomas que se abren tristes y serenas, anhelando el descanso sobre un tejado agreste. Tu alma hermosa tiene un lucero que guía cual faro hacia otras orillas, hacia otros remansos. Amiga, pusiste lo mejor de tu sentir hermano en tus palabras encumbradas, en tus dulces versos deslizados como el llanto. Pero tu alma hermosa se estrelló con un témpano, se estrelló con la roca muda, con el silencio y el arcano. Se hirieron tus alas y regresaste sola ¡oh alma blanca!, que regalaste amor en tu entonado canto. INGRID ZETTERBERG Dedicado a la poetisa Cecill Scott Derechos reservados Safe Creative Cta. 1006080193112