AL CANTANTE DIMASH KUDAIBERGEN
Tu voz de jilguero me llevará
por los eternos cielos de violetas
y mi alma, en ti Dimash, se elevará.
Tu cantar lleva emociones secretas
y enardece mis sentidos más dulces.
Tus canciones son puras y discretas.
Agradezco que mi sentir endulces.
Oh Dimash, quizás nadie me comprenda,
pues guardo sensaciones agridulces.
Y la confesión mía te sorprenda
tal vez, porque grande llanto y dicha hallo
en tu voz que es mi más valiosa prenda.
Y el ruido de mi corazón acallo
desde que vocalizas como un ángel.
Para escucharte cantar yo batallo.
INGRID ZETTERBERG
De mi poemario:
«Poemas de terciopelo»