
Navidades del ayer cuando mi niñez afloraba entre luces de bengala y la ilusión que iba tejiendo mi madre, guardando en secreto una muñeca holandesa para acurrucarla en mi sueño antes de que amanezca. Voces del pasado regresan, navidades de paz que arrullaron mis castos anhelos; yo tenía siete años y cascabeles en el alma; mientras flotaba en el hogar un villancico untado de emociones y añoranzas. Blanco mantel con dos velas fragantes y la sonrisa de mi madre alumbraban mi humilde estancia. Chocolate tibio con puré de manzana entre petardos y algarabía eran las navidades de mi infancia. Hoy han callado los ecos de aquel blanco recuerdo, y ya no existe de aquellos lejanos tiempos ni el precario nacimiento, donde con afán e inocencia escondía alguna carta, expresando mis deseos. Se apagaron para siempre las luces de la esperanza que encendían las ventanas navideñas y coloreaban mi antigua casa. Los pasos de mi madre partieron por la senda eterna, y ya no habrán navidades como esas porque el tiempo de la niñez ya no regresa. INGRID ZETTERBERG De mi poemario "Por los bosques del silencio" Derechos reservados Safe Creative Cta. 1006080193112