
Niña del ayer regresas en aquella melodía que el viento me trajo en el atardecer. Vienes con la esperanza de hacerme vibrar con tu dulzura y vives en mi añoranza. Te perdí, y me desgarra el silencio de tu voz llamándome, en los ecos de tu guitarra. Niña, ¿dónde están tus manos? ¿En qué claridades de alba cual palomas volaron hacia mundos arcanos? Mi esperanza es volver a encontrarte en el efímero paso de mis horas tan aciagas, pues mis brazos jamás han vuelto a acunarte. INGRID ZETTERBERG De mi poemario "Amaneciendo entre lirios" Derechos reservados Safe Creative Cta. 1006080193112
