NO QUIERO VIVIR SIN TU VIDA

Hija amada,
deja tu puerta entornada
para sentir tu fragancia
que quedó flotando
en el silencio.

Hay sólo una oscuridad
inmensa
en tu recámara
donde tu risa se esconde
por los rincones olvidados
que no palpan tus manos.

Tu lamparita
es sólo un recuerdo apagado
en la noche más amarga
donde tu voz no me llama.

La ternura de tus alhajeros
pintados con arte y tesón,
ahí yacen polvorientos,
y tu alcancía dibujada
con lo poco que quedaba
de tu alma de niña,
me desgarra el sentimiento.

No quiero vivir
sin tu vida,
no quiero luchar más,
ni infundirme
fuerzas que no existen
en mis días más aciagos,
donde faltan tus pasos
y abunda tu ausencia.

Tu habitación en penumbras
emana tristeza.
Hay dolor
aún en las cortinas
que cubren tu ventana,
testigo de los años
celestes
de tu tierna juventud.

Hija amada,
regresa de tus sueños
de grandeza,
que han alejado tus pasos
de la casa materna.
Regresa al amor de mamá,
que te espera
con la sonrisa desbordada
de esperanza y buenas nuevas.

INGRID ZETTERBERG

Dedicado a mi amada hija Stephanie
en el tiempo en que se mudó a vivir
lejos de mí. 

De mi poemario
"Por el valle de los aromas"

Derechos reservados
Safe Creative Cta. 1006080193112

7 comentarios sobre “NO QUIERO VIVIR SIN TU VIDA

  1. Lidiar con la partida de los hijos del hogar no es fácil. Después de vivir bajo el mismo techo durante varios años, llega el momento en que alcanzan la mayoría de edad, algunos incluso lo hacen antes, y deciden tomar su propio camino en la vida y dejan el hogar que les formó y les dio seguridad por tantos años. Tus versos reflejan esa tristeza de su despedida pero después con la llegada de los nietos, compensan esa tristeza. Me gustó mucho tu poema porque es un sentimiento que sentimos los padres que amamos a nuestro hijos. Mis saludo Ingrid. Un gran abrazo.
    Manuel Angel

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    1. Es verdad Manuel Angel…los hijos muchas veces se van, y forman sus hogares y luego nos traen a los nietos y nos llenan de recompensa, pero en el caso de esta hija mía, no se había casado, y las cosas con el novio no terminaron bien, así que tuvo que regresar a casa, y yo me sentí muy feliz de volver a tener a mi hija menor que hasta ahora vive otra vez conmigo. Agradezco tu visita a mis versos y tu hermoso y sincero comentario que aprecio bastante. Un abrazo grande.

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  2. Así es, amigo Rubén…¡qué soledad hay en la casa cuando los hijos se ausentan! pero por suerte mi Stephanie volvió a casa y yo me siento muy feliz otra vez. Gracias por recorrer mis sencillos versos y dejarme tu sincera y grata respuesta. Un abrazo.

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