Rosada quietud

ROSADA QUIETUD

A veces una flor

puede ser

¡tan hospitalaria!

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Hoy me albergó

en su alma

una flor diminuta,

oriunda

del cálido Abril.

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Desmayaba

sobre hojas amarillas

que resbalan

por el mosaico

azul celeste

entre la paz del agua

y el jardín.

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Quietud 

con formas rosadas.

Flor vespertina

que ha brotado

para mis ojos.

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Bajo la sombra

del ficus renacido,

descansan

sus pétalos.

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Y en su blanca corola,

gira y gira

mi recuerdo.

De mi poemario

«Los girasoles eternos»

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Derechos reservados

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Ángel mío

ÁNGEL MÍO

Volverá el otoño

como un ángel

de paz

a guardar sus auroras

en mi alma,

y me besará las manos.

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Volverá como un hijo

a nacerme de nuevo,

y el verano

será siempre

dulce oración de otros labios.

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Beberé en su fuente

sus atardeceres encumbrados,

y arrojaré de mi ser

todos los soles,

todos los relojes tiranos.

De mi poemario

«Los girasoles eternos»

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Anhelo de libertad

ANHELO DE LIBERTAD

Quisiera ser

rama sencilla

en la paz

del viento,

sin que nadie

me dañe.

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Quisiera ser

pájaro

inocente, y ajeno

a la dureza

de la vida;

delicado y sumiso

en la muerte.

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Quisiera ser

hoja

elevada y taciturna,

mecida por el soplo

de la tarde,

con la belleza

del reflejo de las aguas.

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Hoja,

pájaro silvestre

o fructífera rama,

hoy quisiera

vuestra rotunda

libertad.

De mi poemario

«Los girasoles eternos»

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