A TUS MANOS
Hijo mío,
¿dónde están
tus manos?
que me ayudaron
a batir
la harina
en mi oscuridad
perdida?
♥♥♥♥♥♥♥
Ahora son
tus manos
para la guitarra
hijo amado,
para las cuerdas
vibrantes,
desentrañando
los misterios
de la música
encadenada
a tu alma.
♥♥♥♥♥♥♥
Ahora son
tus manos
tocando puertas
lejanas,
llevando obsequios,
resucitando
sonrisas.
♥♥♥♥♥♥♥
Y en lo profundo,
seguirás siendo
mi amigo,
el que me habla
de leyendas
y planetas olvidados,
y va desmenuzando
conmigo
las horas del amanecer.
A mi hijo amado Favio
De mi Libro
«Por los bosques del silencio»
♥♥♥♥♥♥♥
Derechos reservados
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Muy hermoso Ingrid.
Felicidades!!!
Me gustó mucho leerte
Graciass
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Gracias Esperanza por recorrer mis versos y dejarme tan bonito comentario. Un abrazo.
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